Nuestro querido Pablo Bernasconi queda seleccionado entre los mejores ilustradores del mundo y aspira a obtener el Premio Hans Christian Andersen 2018. Nos enorgullece su participación en este premio, y saber que su calidad y su originalidad han encontrado eco en otras latitudes. Ser finalista al HCA es un gran honor, solo unos pocos artistas logran participar como candidatos y apenas un puñado de ellos pasan la exhaustiva evaluación del Jurado al premio. Le deseamos el mejor de los éxitos para este galardón cuyo ganador o ganadora se conocerá durante la Feria Internacional del Libro de Bolonia.
Nacido en Buenos Aires (Argentina) en 1973, reside actualmente en la ciudad de Bariloche (Río Negro, Patagonia), donde pasó su infancia y adolescencia. Hijo de científicos (su madre es química y su padre, ingeniero nuclear), creció en un ambiente de estudio y experimentación, rodeado de libros y fórmulas matemáticas. Es por eso que sus ilustraciones y collages surgen de piezas que compone a partir de fragmentos de objetos que fotografía y recrea con la computadora. “Que mis padres sean científicos hizo que mirara las cosas de otra manera”, declaró en una entrevista publicada en 2012 en la revista dominical del diario La Nación. “Disfruto de mirar y volver a mirar. Desde muy chico estuve rodeado por gente muy especial. Yo soy piloto, mi papá durante mucho tiempo, además de ser ingeniero, fue instructor de vuelo; él me enseñó a volar (…) Mi vida estuvo repleta de tuercas, aviones, aeródromos, aeropuertos y accidentes. Todo eso es parte de mi infancia”.
Bernasconi se formó como diseñador gráfico en la Universidad de Buenos Aires, donde fue docente durante cinco años. Sus primeros trabajos como ilustrador fueron en medios gráficos argentinos como los diarios Clarín y La Nación, donde continúa publicando los domingos una columna de opinión ilustrada sobre los temas políticos y sociales del momento. Por esa sección, titulada Ilustrado, ha recibido la medalla de oro de la SND (Society of Newspaper Design) en 2012. Ha publicado doce libros para chicos con sus textos e ilustraciones y algunos han sido traducidos a ocho idiomas. Quetren, quetren (La Brujita de Papel), el más reciente, fue creado en conjunto con su hijo Franco, de 10 años, que dibuja trenes desde que tenía 2. Es un álbum ilustrado con textos en rima que se despliega como un acordeón. En cada página hay un vagón de colores que forma parte de un tren. Crearon juntos las rimas, en un juego de asociación libre que les resultó muy divertido.
Bernasconi conoce de cerca el universo de la infancia no sólo por sus lectores sino también (y más que nada) por sus hijos. «El juego, los experimentos y el caos son parte de nuestra vida cotidiana. A veces me cuesta hacerle entender que este es mi trabajo (todavía nos peleamos por los crayones), y desde su mirada es entendible. Tener un padre que pasa su tiempo dibujando, escribiendo y coleccionando objetos es tan atípico como atractivo, para cualquier niño. Pero saltar dentro de este mundo y participar supone aceptar ciertas reglas, que son las que tuvimos que pactar cuando el proyecto tomó otra seriedad.»
Algunos de sus libros:
- El brujo, el horrible y el libro rojo de los hechizos
- El Diario del Capitán Arsenio
- El Sueño del Pequeño Capitán Arsenio
- Hipo no nada
- El Zoo de Joaquín
- Cuero Negro Vaca Blanca
- Rebelión en Tortoni
- Excesos y exageraciones
- Los Súper Premios
- Mentiras y Moretones
- El infinito
- Retratos
- Bifocal
- Finales
- Retrato2